Descripción del ministerio para líderes de iglesias locales

Introducción

La iglesia básicamente se compone de relaciones mutuas. Jesús dio una orden muy clara de amarnos los unos a los otros (Juan 13:34,35), con el amor de Él hacia nosotros como patrón.

El Nuevo Testamento presenta sugerencias específicas en cuanto a las relaciones mutuas. Según la Biblia, los miembros de la iglesia tienen la responsabilidad de preocuparse los unos por los otros, prestar atención a las necesidades de los demás (1 Cor. 12:25; Fil. 2:4), sobrellevarse con paciencia y perdonarse los unos a los otros (Efe. 4:2, 32), sobrellevar los unos las cargas de los otros (Gál. 6:2), enseñar, exhortar (Col. 3:16), animar y edificarse (1 Tes. 5:11), los unos a los otros, confesar, orar juntos (Santiago 5:16), y amarse los unos a los otros (1 Juan 3:22, 23; 4:4, 11).

Ser cristiano significa unirse al cuerpo de creyentes cuya cabeza es Jesucristo. Es una contradicción teológica llegar a ser cristiano y luego vivir una vida de aislamiento e independencia.

El desarrollo de las relaciones mutuas es una de las funciones principales de la iglesia. La iglesia debe proporcionar un ambiente y estructuras organizacionales que provean oportunidades para que este tipo de relaciones lleguen a ser una realidad. La experiencia ha demostrado que los grupos pequeños forman uno de los medios más eficaces para que la iglesia pueda llegar a ser lo que Dios desea que sea: una entidad que comparte su fe, que suple las necesidades de los unos a los otros, y que alcanza al mundo por medio del amor.

Responsabilidades del Director de Grupos Pequeños

Aunque puede variar de iglesia en iglesia, en general estas responsabilidades incluyen los siguientes componentes:

  1. Encargarse de los preparativos. Antes de reunirse con el grupo, el director debe orar específicamente por las personas que participan. También, como director del grupo, debe orar por sí mismo. Hay también preparaciones específicas que hacer antes de cada reunión del grupo. Los arreglos. Existen detalles que necesitan atención, por ejemplo: La adquisición de un lugar para las reuniones, provisión de Biblias, el cuidado de la temperatura en el lugar de reuniones, provisión de comidas, el cuidado de niños, la música, los materiales, etc. Las relaciones personales. ¿Qué hará para que los asistentes se sientan apreciados y bien atendidos? ¿Qué hará para ayudar a las personas a conocerse unas a otras, y a desarrollar relaciones positivas en el grupo? El tema de estudio o la tarea asignada al grupo. ¿Qué pasos son necesarios para lograr que se cumpla la tarea asignada o el estudio? Elabore una lista de preguntas que usará, y calcule el tiempo que ocupará cada pregunta. ¿Cuáles son los objetivos de los momentos de oración? ¿Cuál será el bosquejo de las oraciones? ¿Quién dirigirá las oraciones? El tiempo. ¿De cuánto tiempo se dispone, y cómo será dividido entre las varias actividades del grupo? Haga un diagrama de los segmentos de tiempo y anote la actividad que se llevará a cabo durante cada segmento. ¿A qué hora comienzará la reunión? ¿A qué hora terminará? ¿Cómo empezará y terminará cada segmento? ¿Está tratando de lograr demasiado o muy poco en el tiempo disponible? ¿Quiere solicitar a otras personas encargarse de ciertos segmentos de la reunión?
  2. Coordinar el estudio. Durante la reunión del grupo, la función más importante del Director es hacer preguntas. El Director del grupo no es un catedrático especialista, sino un guía para el estudio y la discusión. Sea sensible a las necesidades individuales. Procure crear un clima de franqueza y aceptación a través de la afirmación y el estímulo. Dirija la discusión de tal manera que todos tengan la oportunidad de expresar sus pensamientos y sentimientos. Mantenga el enfoque en el tema bajo consideración. Asegúrese que todos en el grupo puedan verse cara a cara. Coloque las sillas en un círculo y quite las sillas sin uso. El Director debe lograr que los miembros del grupo tengan el correcto espíritu en las actividades, haciendo preguntas que les permita compartir abiertamente sin sentirse obligados, intimidados o puestos en un aprieto. Tendrá que enfrentarse con el problema de aquéllos que hablan demasiado. Ayude al grupo a enfocarse en las soluciones en lugar de sólo los problemas. Haga preguntas que les ayude a ser positivos y seguros de ellos mismos.
  3. El cuidado individual. Fuera de las reuniones del grupo, el Director debe mantener contacto con los miembros del grupo por teléfono. Como Director funciona como Pastor Laico del grupo. Esté pendiente de los que parecen angustiados o que levantan preguntas durante las reuniones. Un momento propicio para ofrecer cuidado y apoyo, es durante las conversaciones informales inmediatamente después de las reuniones del grupo. Arregle el horario para que pueda quedarse un tiempo después de las reuniones, pero no permita que las personas con problemas consuman totalmente su tiempo y energía. Siéntense libre de decir, “Me parece que usted está muy angustiado. ¿Cómo puedo ayudarle a conseguir ayuda adecuada?”
  4. Obra misionera. Un grupo saludable siempre mantendrá una “silla vacía” para las personas nuevas. Una de las tareas del Director es la de encontrar miembros en potencia, invitarlos a las reuniones, y ayudarles a sentirse cómodos y ambientados. Debe estar pendiente de los que visitan la iglesia los sábados, de personas nuevas en la comunidad, individuos que están pasando por momentos difíciles en sus vidas, y especialmente aquellos amigos y conocidos que no asisten a ninguna iglesia, pero que están abiertos a las cosas espirituales.

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